Un espacio virtual para compartir palabras con los alumnos del IES San Andrés (León).


jueves, 26 de enero de 2023

Los santos inocentes. Película vs. Novela


 Resumen de la película Los Santos inocentes, una magnífica versión cinematográfica de la novela del mismo nombre de Miguel Delibes.

Los Santos Inocentes narra la historia de una familia, la de Paco, Régula y el hermano de esta, Azarías. Tanto ellos como los hijos del matrimonio viven en una finca cercana al caserío del señorito Iván, al cual sirven.

Azarías es un hombre mayor con una discapacidad. Su comportamiento, en ocasiones extraño, incomoda a su amo, que termina echándolo. Sin embargo, Azarías es una persona muy bondadosa que dedica todo el amor que tiene a los animales, especialmente a la Milana, un polluelo que su sobrino le regala y al que cría con esmero y cariño.

La gran obsesión de Régula y Paco es ofrec erles a sus hijos un futuro prometedor y lejos de la pobreza que ellos han vivido. No obstante, esto no es posible porque, de una manera u otra, terminan siendo solicitados como criados. Así ocurre con Nieves, la menor de sus hijas. La joven entra a servir a Don Pedro y Doña Purita, encargados del caserío pero también a las órdenes del señorito Iván, aunque en un estrato social superior al de la familia protagonista. Allí se entera de que, de puertas para adentro, las relaciones de opresor y oprimidos también existen.

El acontecimiento clave llega un día en el que Paco, que siempre acompañaba a Iván en sus cacerías por su buen olfato y agilidad, sufre un accidente y se rompe una pierna. Su amo trata de que este continúe con su labor, ya que le resultaba de gran ayuda siguiendo el rastro de las aves que cazaba.

Sin otra alternativa, el señorito Iván decide llevarse a Azarías como sustituto. Como es lógico, el resultado no es el mismo y la salida resulta frustrante para el señorito, que no caza nada. Su enfado es tal que, cuando Azarías llama a su Milana, no duda en disparar a pesar de los ruegos de su criado.

Azarías convierte su tristeza, y posiblemente los años de sumisión y humillaciones, en ira, ahorcando al señorito de un árbol y vengándose así del asesinato de la Milana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Si pretendes que las palabras que vivan en esta casa sean ofensivas, hirientes o simplemente soeces no te molestes en escribirlas: no caben en ella. ¡Ah! Y en esta humilde morada nos gusta la gente que escribe - y habla - bien. Cuídemos las palabras:son nuestra casa.